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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Osito de peluche


Cuantos recuerdos me trae,
aquel osito de peluche,
al que me abrazaba de mis miedos,
al que quería más que a mi mismo,
al que mimaba con tanto anhelo.

Y ahora crecí,
para dejar de sentir, todo aquello.

Y ahora soy adulto,
y no me puedo permitir volver a aquel momento.

Osito de peluche,
que me escuchabas, mientras te acunaba,
que me mirabas, con aquellos ojos de cristal,
que callabas por que nada tenias que decir,
porque sonreías lo que en este mundo,
te había tocado de vivir.

Y crecí,
hasta el infinito, hacia el caos de la ignorancia.

Deje de ser niño, para convertirme
en un proyecto humano,
cuyas bases están llenas de dudas,
cuyas dudas muchas son temores,
cuyas dudas otras están en do mayor.

Osito de peluche,
aun sigues aquí en mi mente,
en mi mirada, en mis sonrisas,
aun guardas partes de mi,
de mi niñez, de mi inocencia,
proyecto de mis sueños,
indicio de mi vida, !Ay!.

Y después crecí,
en temperatura, en textura,
en tamaño, en ideales,
con una estructura tan férrea,
que tan solo una lagrima
consigue derrumbarme.

Osito de peluche,
sigue ahí,
nunca me olvides….

1 comentario:

Natalia Ruth Espinosa dijo...

Lo interior... un espacio único, el niño que sigue arraigado allí, en algún lugar. Cambia el sentido de las cosas si pensamos con esa pequeña parte que guarda un juguete viejo, pero sabio.
Un gustazo leerte.
Un abrazo.

Natu.-