Solo existe la verdad

¿Cuánta duda me queda?
y cuanta dicha, y cuanto aguante,
y cuanta verdad, y cuanta espera,
y cuanto desespero.

Cientos de preguntas me interrogan,
me halagan, me agobian, me extorsionan
y me empalagan.

Paladas de incógnitas me asesinan,
el entendimiento,
me quieren hasta matar el alma,
y no me dejan ni amanecer.

Los protagonistas de mis sueños,
unas veces vuelan,
otras veces hablan,
otras veces viven aunque ya están muertos,
aunque ya no aman, me sonríen,
aunque ya no mienten, me miran.

Me miran con sus ojos,
sus retinas traspasan mis retinas,
intentando leer mis pensamientos,
intentando hacerme recordar,
todo mi pasado, en un trazo circular
de circunferencias que se cruzan,
en su propia rotación.

Solo existe una verdad,
la que creemos nosotros que debiera ser,
la que brinda nuestros conocimientos,
la que se establece en nuestra alma,
calibrada por nuestras sensibilidad,
mesurada por nuestro entendimiento.

Solo existe una verdad,
que es tan complicada como la propia vida.

Solo existe una verdad,
que dejamos de estar vivos,
cuando dejamos de querer y nadie nos quiere,
cuando el día a día, se convierte en la rutina,
cuando el día a día, no cambiamos nuestro ritmo,
cuando el día a día, no intentamos progresar
y descubrir nuevas formas, bellos modos y grandes lugares.

Autor: Fco. Peiró.