Me gustaría aprender a controlar mis instintos,
mi nerviosismo y a mis neuronas.
Pero es como si saliera una parte de mi,
soy como de la música la escala musical,
soy como de las ramas, su corteza terrestre,
soy como de la vida, la yema del huevo,
soy como de la muerte, en su momento de luz.
Me gustaría ser variable, y cambiar de color,
natural y cambiar de aroma,
superficial para lo malo,
y eternamente feliz para todo lo que es bueno.
Pero es como si fuese la carpeta que amaga la timidez,
como si fuese uno de los pétalos que desprende la luna
en una noche encendida de luz.
Me gustaría, ser comprendido por el otro medio mundo,
entendido por las mujeres,
atraído por mis amigos,
ser un ser familiar, humano y de buen royo.
abrir el buzón de las sugerencias y encontrar sonrisas,
consultar mis email y sentir algún aplauso,
coger el teléfono y sentir el roce de unos besos,
la caricia de una palabra,
el sonido de una balada,
luego un silencio, luego una palabra y luego la paz.
Pero la vida es como un circo sin payasos,
como un teatro sin palabras,
como un autorretrato pintado con un solo color,
como una carrera sin competidores,
como unos pensamientos llenos de emociones.
Me gustaría
haber nacido más tarde,
haber madurado más pronto,
haber entendido mi lógica,
haber escuchado cuando me hablabas,
haber dicho que no cuando quería decir que no.
haber dicho que si, si podía haber roto un corazón.
Autor: Fco. Peiró Gimenez
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