porque han dejado su liquidez.
Lagrimas secas porque han vaciado su alma.
Corazones heridos porque no han sabido dejar de amar.
Son océanos de arena,
con sus desiertos de agua,
con sus pozos líquidos
y sus lagos de piedra.
Son ojos saltones,
que saltan sobre las hojas, de signo en signo,
de letra en letra…..
y descifran recetas románticas,
con postres de pasión.
Son murallas humanas,
que piden la paz y las mata el hambre,
que tienen hambre y las mata la guerra,
que tienen sed de guerra y ya nos le sacia la paz.
Son personas que creyeron en otras personas,
parejas que dejaron de quererse
amantes que dejaron de amar con alma y con todo su ser,
y aun hoy se preguntan porqué,
y ahora están nadando en su soledad,
sin saber que camino seguir.
siguen creyéndose a si mismos,
que escogieron correctamente su opción.
Son pequeñeces que nos hacen grandes,
superficialidades que nos afectan,
pormenores que nos intimidan,
barbaridades que nos ironizan,
religiones que nos beatifican,
sin razones que nos dejan fuera de nuestro lugar,
de nuestro hábitat, de nuestra funcionalidad.
Son momentos del presente,
que perdemos por un no miedoso,
promesas que incumplimos,
porque algo nos hizo ser compañeros de lo cobarde.
Autor: Fco. Peiró Gimenez
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