Tulipanes crecen por doquier, |
en un mundo que no para de florecer, |
en una vida llena de tinta invisible, |
que reinventa cada día lo que he escrito, |
e imagina lo leído, con una fantasía |
que ilumina nuestros rostros, |
que ilumina nuestra alegría, |
que ilumina el túnel de la duda, |
que ilumina el laberinto del amor. |
Rosas rojas y algún clavel, |
llevan en su ramo escrito, |
el nombre de mi amor, |
que tengo grabado en mis pensamientos. |
Ella es princesa aunque aun no lo sabe, |
ella es turquesa porque me gusta ese color para ella, |
ella es todo pasión cuando habla |
y todo amor cuando escucha. |
Una orquídea nace en mi ojal, |
y crece y crece, con tus miradas, |
con tu sonrisa abre sus pétalos, |
con tus lagrimas, se empieza a marchitar. |
Las hortensias hoy me han dicho que si, |
me han dado su aroma y su textura, |
me ha confundido entre sus colores, |
me ha elegido entre mil y un amores. |
Racimos de pensamientos, |
tienden sobre el balcón, |
de colores repetidos, |
de colores distintos, |
de colores que irisan, |
la vida por una ilusión. |
Flores que nacen con una sonrisa, |
flores que sonríen por una vida, |
flores que recorren nuestros pensamientos, |
flores que dejan una fragancia de ti. Francisco Peiró |
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lunes, 9 de noviembre de 2009
Asunto floral
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