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jueves, 22 de octubre de 2009

Un atardecer



Era un atardecer donde me equivoque,
donde dije algo que no debia decir,
donde dije una pequeña mentira
que es la triste verdad.

Era un atardecer hecho con prisas,
donde el horizonte leia las lineas del mar,
y predecia tormenta.

Era un atardecer de jardines perdidos,
un anochecer de velas olvidadas en su cera,
una amancer de ilusiones pretendidas.

Era un atardecer lleno de sinceridad,
celoso del dia,
amante de la noche.
airoso de mar.

Era un atardecer de corto horario,
pero de larga melena.

Era un atardecer de espiritus dormilones.

Era un atardecer nupcial,
que queria casar la luna con las estrellas.

Era un atardecer
que asesinaba el amanecer con alevosia.

Era una atardecer tardon en verano,
pero madrugón en invierno.

Era un atardecer que se rompe en la noche.

Era un atardecer que colorea rojizos colores,
sobre los rostros azulados del mar.

Era un atardecer sin eco,
un atardecer sin dudas,
un atardecer sin miedos.

Francisco Peiró

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