Siniestras sonrisas

Se me van y se me albergan,
siniestras sonrisas,
de poeticos arlequines,
de payasos de la risa,
y actores de la verdad.

Y ya no se más,
porque el pensamiento se me apaga,
se me acaba, se me caduca, se pernota,
se humaniza, y se vuelve idiota.

Que que de que, pues pue.

Y ya no se más,
solo vivo de los recuerdos,
cuando planeaba el futuro.

Solo vivo del pasado que no saboree en el presente.

Se me van y se me oxidan,
pensamientos alegres de lugares tristes,
entierros de los que perdí familia y amistades,
de los que en cierto modo, amor les di,
en los que un dia u otro conviví.

Y ya no se más,
a no ser que escriba en contexto,
a no ser que narre de memoria,
a no ser que escriba por escribir.

Siento un vacio que nada llena,
siento que un vaso colma mi paciencia,
veo la botella medio llena medio vacia,
no encuentro mi aguja en un pajar,
ni los treboles me salen de cuatro hojas,
ni las estaciones del año se suelen repetir.

Y ya no se más,
que el mundo no sepa, aunque lo calle,
que el mundo ignore, aunque no sabe que lo sabe,
que el mundo responda, ante mis ironias,
que el mundo respire, a traves de las raices de la tierra,
de los pulmones de las plantas,
del azulado cielo de un dia de primavera.


Francisco Peiró