El amor es una silueta de niña,
el odio unos pantalones vaqueros de una talla menos, la amistad, es el lazo que separa el sexo,
la ira es nuestro pataleo de niño,
la maldad, es la suciedad con que nos cubrimos,
la vejez, es la paz a nuestra piel cansada,
la testarudez es la falta de cariño a los que nos hablan,
la humildad es de la que hablamos mucho pero repartimos pocos,
la estupidez, es dejar salir al niño que llevamos dentro, la hipocresia,
es el talante de muchos que dicen ser nuestro buenos amigos,
la impotencia, es querer volar sin tan siquiera secar nuestras alas,
la prepotencia, es el quiero porque no se que puedo,
la rebelión es un basta ya, con olas que arrasan otras olas,
la vida, aparato electrodomesticado que se le acaba la bateria,
el orgullo, es la herencia del machismo, de la feminidad, y del razismo,
la sabiduria, es la forma de callar mientras los demás te observan,
la verdad, siempre tiene su parte de cierta mentira,
el sexo, contraprestación de servicios, que muchas veces se confunde con amor
el cariño, es el dar sin esperar, el proteger a ese ser con tu cuerpo y con tu alma,
la libertad, es la conclusión de que somos nuestros propios carceleros,
la juventud, es algo que nunca he sabido perder,
la locura, es la forma que tengo de ser, que me ha dado sus mejores frutos,
la compasión, algo que debieramos hacer después de mirarnos a un espejo,
la tirania, es el demonio disfrazado de humano,
la paz lo mejor que el ser humano te puede ofrecer,
la metafora, entretenido artilugio para jugar hasta las tantas de la noche,
la personalidad, es algo innato, algo que llevamos dentro, pero que nos da verguenza enseñarlo. la envidia, es la falta de fe en lo que uno es, es la falta de amor de lo que uno puede dar.
La muerte, es la loteria que siempre toca aunque no juegues.
La guerra, una excusa del poder, para tenernos entretenidos.
La niñez, lo que uno ha vivido es lo que nos marca luego las pautas.
La explotación, es algo que todos alguna vez hemos hecho o haremos.
La fe, es saber que a pesar de que no llueve siempre llevar el paraguas.
La dulzura es lo que me dan tus labios cuando me miras, es lo que me da tu alma cuando te miro.
Autor: Fco. Peiró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario