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Creia en el amor,
hasta que las heridas de mi corazón,
dejaron un sendero de lagrimas.
Creía en la vida,
hasta que la muerte me la arrebató.
Creía en Dios,
porque tu siempre has sido mi ángel.
Creía en las palabras,
porque ellas me han llevado hasta aquí,
porque ellas me han acercado a vosotros,
porque ellas son la enseñanza y yo soy solo su esclavo.
Creía en el buen hacer,
en las promesas, que se cumplirían,
en los relojes cuando me miraban con sus manecillas,
en tus brazos cuando tenían mi cuerpo,
en tus besos cuando coincidían con mis besos.
Creía en la política,
hasta que vi, que todo es económico,
que todo es químico y físico,
que todo es estratégico,
y parapléjico.
Creía en las leyes,
hasta que vi,
como se beneficiaban solo algunos de ellas.
Creía en mis hadas de ayer,
que hoy son mis mariposas de ahora mismo.
Creía en la sonrisa noble,
en la mirada inocente,
en los te quieros,
en los te amo,
en las noches de amor con sexo,
en las noches de amor con amor.
Autor: Fco. Peiró.
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