Vienen a mi, |
nidos de pensamientos, |
nostalgias del ayer, |
sonrisas para hoy, |
ilusiones para el mañana. |
Vienen a mi, |
sueños sostenidos por el candelabro de la fe, |
por el escapulario de la vida, |
por el camafeo de la improvisación. |
Y mientras los años pasan, |
que duda cabe, |
los pensamientos van llenando |
todos esos vacíos que van dejando |
las heridas en nuestro corazón. |
Y como tal nada es continuo ni permanente, |
el blanco cada día deja de ser tan blanco, |
el amor a cada hora se va perdiendo con la rutina, |
y nuestra paz tarea inalcanzable con nuestro desespero, |
se vuelve cada más un concepto inaccesible |
Vienen a mi, |
otro mas de lo mismo, |
momentos de tristeza que intenta sonreír, |
momentos de alegría que esos si quiero vivir. |
Nada ni nadie nos comprenden, |
somos como seres de otras galaxias, |
porque tenemos corazón por cerebro, |
porque intentamos ir sembrando el bien, |
aunque casi siempre recogemos, |
las tormentas y las iras de los demás. |
Tan difícil es ser humano, |
capaz, equilibrado, bueno, feliz, |
es como si las personas tuviéramos miedo |
a hacer felices a los demás, |
quizás porque nos tacharían de falsos y mentirosos, |
de absurdos soñadores, |
de grandes perdedores, |
de desequilibrados psicópatas |
que el tiempo ha sido la causa |
que nuestra mente eriosonó. |
Autor: Fco. Peiró Gimenez |
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jueves, 2 de junio de 2011
Vienen a mi
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