
| El lago nunca se acaba de llenar, |
| los ríos de brazos húmedos, |
| llegan al mar, |
| y el mar que parece que acabe en horizonte, |
| sigue dando vueltas en la esfera terrenal. |
| Los colores ponen la moda, |
| la temperatura paga su precio, |
| la luz se apaga, |
| el amor se deshiela, |
| las letras se publican, |
| las frases se desparraman, |
| y dos huevos nacen a la vida, |
| en un gesto de naturaleza y libertad. |
| en su nido adherido a la arboleda, |
| de unos pinos que el viento hace rugir. |
| Mi paisaje, |
| es un paraje hambriento de caminos, |
| sediento de ríos, |
| erosionado de cuevas, |
| rellenado de amapolas, |
| que intenta picotear, |
| con sus tonos rojos, |
| nuestras retinas mironas. |
| Más abajo, |
| cerca del suelo, |
| donde el otoño, |
| amontona de hojas secas y muertas, |
| el pasillo de los andares, |
| la carretera de los caminos, |
| duerme el silencio, |
| mecido por un frío, |
| nacido por la humilde humedad. |
| Mas arriba, |
| el cielo dibuja unos pájaros que vuelan, |
| unas nubes retocadas en ultimo momento, |
| un avión que cruza firmando con su motores, |
| un trocito de firmamento. |
| Autor: Fco. Peiró Gimenez |
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