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martes, 16 de febrero de 2010

Lo que la vida me enseñó



La vida me enseñó,
a no sacar las manos de mis bolsillos,
cuando están llenos,
a girar la espalda, cuando el rio suena,
a pactar con el enemigo,
a ser un necio, antes que prepotente,
a saberlo todo, aunque no sepa nada.

La vida me enseñó,
que la estupidez no es canjebale,
que la idiotez es atributo de muchos,
pero privilegio de unos pocos.

La vida me enseñó,
a poner la otra mejilla,
mientras machaco a mi enemigo,
sin cuartel,
sin parar,
directo al higado,
directo al pecho,
directo al corazón.

La vida me enseñó,
que sin saber de nada,
puedes hacer muy poco en poco tiempo.

La vida me enseñó,
a guardar una bala en la recamara,
a guardar un as en mi manga,
a guardar silencio cuando hablan,
a protestar aunque nadie me escucha,
a predicar en el desierto.

La vida me enseñó,
que las leyes la han hecho unos pocos,
para fastidiar a unos muy muchos.

La vida me enseñó
a tener la boca cerrada,
por si salen verdades,
a tener los ojos cerrados,
por si me enciega tu humanidad.

Autor: Fco. Peiró.

1 comentario:

Anónimo dijo...

para nada estoi de aQerdo con este tipo.... ojala k la vida le enseñe la verdad,,, ojala se de Qenta k la vida no es ni totalmnte negra ,,, ni totalmnte blanca,,
mi rey ,,, te falta muzho por vivir!!!