Son corazones de lunas rotas,
almohadas humedecidas de lagrimas,
sofas vacios de tu aroma,
miradas que ya no topan contigo,
manos que se manifiestan en su soledad,
ojos que miran otros ojos,
brazos que abrazan la distancia.
Son corazones que dan lo que dan,
aunque despues nos quitan lo que nos quitan.
Son corazones de comida para hoy
y hambre para las mañanas.
Son corazones tupidos,
por la riqueza de un suspiro.
Son corazones de arlequin,
movidos por marionetas.
Son corazones que laten,
al ritmo de unas lagrimas saladas.
Son corazones que aman,
pero que no quieren partir.
Son corazones de chocolate,
en un mundo de espuma y acero,
en un mundo de carne y miedo,
en un mundo de pecado y timidez.
Son corazones antiguos,
en mentes jovenes.
Son corazones que iluminan,
mi dulce oscuridad,
la amarga luz que apaga la noche,
la dulce serenata que reciben mis ojos,
cuando veo las estrellas.
Autor: Fco. Peiró
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