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lunes, 23 de mayo de 2011

Erase una vez




Érase una vez, mi hija Vanessa,
una princesa que creció y creció,
hasta volverse mujer,
reina de la sonrisa,
más humana que una caricia,
más preciosa que el perdón,
más soñadora de lo que nunca seré yo,
guerrillera por carácter, estirpe
o por simbiosis
y por tener la facultad de haber nacido mujer.

Érase una vez, mi nieto Erik
un principito, como un pulgarcito,
que nació un día,
lleno de vida, de alegría y de luz,
ahora empieza ya a hablar
y cada vez que me dice yayo
y me intenta explicar,
me llena el corazón de vida
y mi vida de libertad.

Érase una vez, que estas dos semillas
de mi vida,
estas dos flores sin jardin,
estas dos obras sin pintar,
han dado sentido a mis caminos,
y desde aquí bajo estas letras,
y una de mis mejores sonrisas,
quiero decirles lo mucho que los quiero
y que les deseo que la vida
les de siempre buenas noticias.
con caudales de felicidad.

Autor: Fco. Peiró Gimenez

1 comentario:

Patricia Palleres dijo...

ESTE POEMA ES MUY TIERNO FRANCISCO, ME ENCANTÓ!!