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viernes, 30 de abril de 2010

La luz de una madre




Querida madre,
antes que te acuestes,
antes que te levantes,
quiero decirte,
quiero preguntarte.

Que sentías cuando
estaba dentro de ti,
entre la placenta
y tu alma,
entre mi inconciencia
y tu corazón.

Querida madre,
cuantas veces no te habré,
dado las gracias,
en cuantos momentos,
no me has aliviado,
en mis peores momentos.

Que sentías cuando,
de pronto aparecí,
en manos de la comadrona,
llorando como un bebé,
todo coloradito,
y con miedo a la luz,
y con temor a la soledad,
y con reparo a la vida.

Querida madre,
desde aquí,
desde siempre,
desde que te conocí,
desde que me hiciste,
siempre presente,
te digo te quiero,
y no te alejes nunca de mi.

Eres para mi vida, más
importante que el sol,
y más bella que la luz.

Autor: Fco Peiró.

Felicidades a todas las madres por ser luces de colores.

2 comentarios:

Primavera dijo...

La union de una madre con los hijos no se corta nunca siempre esta vinculados de por vida, porque la madres son todo para sus hijos y por ellos darian hasta su propia vida.
Una bonita poesia que transmite mucho.
Me gusto tu obra y si me lo permites me gustaria enlazarte.
Primavera

Francisco Peiró GImenez dijo...

Es un placer compartir Primavera de otoño,
gracias por tu comentario
un abrazo