Sabes que hay parte de mi en ti

Sabes, que hay parte de mi en ti,
cuando convierto en una sonrisa,
todas tus tristezas.

Cuando te abrazo, aunque te da miedo querer,
cuando cojo tus manos con mis manos,
aunque ya no me recuerdes.

Sabes, que la vida,
son partículas del presente, futuro y pasado,
un efecto mariposa,
que se repite, se olvida y se recicla.

Sabes, que un pensamiento loco
ha nacido de un sueño de fantasías,
y que la realidad tiene o debe ser,
todo lo que nosotros queremos que sea.

Cuando estoy cerca de ti,
a tu lado, frente a ti, en otro mundo
en un sueño, bordando fantasías,
donde mis labios sienten tu aliento,
y mis ojos sienten tu vida.

Sabes, que la esperanza,
es un don, y el desespero una forma
que sirve para cambiar, para repetir
o para evolucionar.

Sabes, que el odio,
se genera por no hablar las cosas,
por no respetar el espacio de uno,
por intentar cambiar las virtudes del otro.

Porque cuando se aman son virtudes,
cuando se soportan son defectos,
y cuando ya no se aguantan son discusiones,
que no llevan a puerto.

Sabes que el amor, esta hecho de paz,
que la vida esta llena de amor,
y que la vida con paz y con amor,
es más dulce que un buen sueño.


Autor: Fco. Peiró.
© Todos los derechos registrados

Hora de vivir

No se lo que decir, no se lo que pensar, quizás el capitán trueno, sabría contestar a mis respuestas, con una ironía de aquel Mortadelo y Filemón, con la supervisión de un heroico superman.

Me duele el horizonte infinito, el calculo mental para llegar a final de mes, el fin de semana en que me aburro, el principio de siglo que nos hace más viejos. el final de una era, que algún antepasado mío se me llevó. El dolor sólo es la mitad del tiempo, y ya es hora de vivir, de reír hasta perder el sentido, de mirar todo lo que la naturaleza me ha regalado, y aun no he tenido tiempo para darle las gracias.

Me duele el alma de haber intentado ser más bello, más proscrito, más hereje, más listo, más perfecto. Me duele la primavera cuando se marcha, y el verano cuando acortas las noches, y el invierno cuando tengo frío, y el otoño cuando ya no estás.

Ni tan siquiera, sonrió a mis espejos, cuando algún día me regalan un poquito de mi, de mi luz, de mi color, de mi discutida hermosura. Es curioso, es curiosa, es fabuloso, es hipotético, es paz que viene de arriba, es guerra que le puede a la paz.

MI fe, la que atesoraba a plazo fijo, a cosa hecha, en mi cuenta corriente de mis creencias, de mis virtudes, en el banco de la soledad. Intento seguir, vivir, bailar, y respirar, pero todo se me hace pis, en cuando cierro los ojos, quizás porque al relajarme, al dejarme llevar, mi alma se apodera de mis miedos, y me deja emancipar todos esos temores, que atesoras cada día de tu vida.

Intento vivir, a toda luz, a todo gas, pero aun así, el tiempo deteriora mis principios, me arruga el entendimiento, e intenta acabar con mi fe. Mi fe, que decir de ella, la que tomo entre comidas, la que me hizo llorar cuando me dejó, la que me hizo reír cuando te tengo, la que me hace locuaz cuando escribo, la que me hace feliz cuando te acaricio. Mi fe alternativa de mi paz, mi guerra interior, entre un si potente y un no débil, entre Ángeles de pascua, y Ángeles de mil demonios

Se me hace noche la madrugada, se me hace vino la vida, se me hace tarde la noche, se me hace vida el amor. Y aun así, sigo aquí, con mis calcamonias verticales, pensamientos que vienen y van, neuronas juguetonas que se ríen de la vida, y también de mi muerte.

Autor: Fco. Peiró Gimenez
(C) Todos los derechos registrados